Estaremos todos de acuerdo que hoy en día ningún automóvil se salva de la tecnología del s.XXI. Una tecnología que nos ha aportado avances a nivel de reducción de consumos, de seguridad a bordo del volante, aerodinámica etc…
Pero, analicemos los pros y contras de la incursión de los «cables» dentro del mundo pasional de las cuatro ruedas.
Pros
No hay duda alguna de que la tecnología que nos rodea cuando ponemos las manos al volante está muy presente. Podemos viajar mucho más seguros, gracias a los diferentes sistemas de seguridad que se han inventado recientemente, como la detección de personas en nuestro camino, por lo que el coche parará automáticamente. Sistema de visión nocturna para detectar mejor los objetos o vehículos que haya a nuestro alrededor durante la noche. Hasta el sistema para evitar accidentes automáticamente en caso de que nos despistemos o nos quedemos dormidos al volante, el propio coche nos avisaría y él mismo evitaría la colisión con otro coche, detectando los objetos que se encuentran a su alrededor.
Hay un apartado tecnológico que todavía se encuentra en las divisiones superiores de los superdeportivos, en donde la tecnología nos ofrece mas cv al motor y ayuda ha hacer cambios aerodinámicos para poder mejorar el flujo de aire o en el caso de los Flaps para mejorar a la frenada del coche.
Pero no todo se acaba ahí, la ciencia ficción que veíamos no hace mucho en las películas ya está aquí, coches que saben si el conductor se encuentra bebido y en ese caso no le dejará ponerlo en marcha gracias a un nuevo sistema de detección.
Y algo que está a punto de llegar de la mano de los japoneses es la nueva pintura luminiscente, ayudando a ver el vehículo en zonas muy oscuras.
Si ahora hacemos una mirada veinte años atrás, nos daremos cuenta de la repercusión que ha tenido la tecnología en el avance de los automóviles.
Contras
Para quienes no vemos el automóvil como una herramienta que nos ayuda a desplazarnos, sino como una pasión que nos hace enloquecer, no nos acaba de convencer que haya tanta incursión de la tecnología en todo el vehículo.
Personas a las que antaño les gustaba arreglarse ellos mismos el coche, abrir el capó y encontrar «el motor». El corazón de aquella máquina la cual trataban con tanto esmero, esos tiempos ya han quedado simplemente en el pasado.
Si abrimos el capó encontraremos una tapa de plástico que cubre todo el motor y una cantidad de cables con los que si se levantara hoy Enzo Ferrari pensaría: ¿qué está pasando?
Si nos ponemos a indagar, las ayudas a la conducción en toda clase de superficies, frenada, reconocimiento de movimientos, desconexión de cilindros, llaves inteligentes…
Todo eso está empeorando las sensaciones que antes nos transmitían los coches cuando uno se ponía al volante y era solo la máquina y el conductor.Por eso mismo cuando conducimos nuestros coches, todo aquello que se podía sentir se ha perdido a no ser que nos vayamos a algún fabricante de coches artesanal y en ese caso la cifra por el vehículo sera astronómico.
Por eso me pregunto, ¿tecnología o sensaciones?