Cuando llega el frío y las hojas de los árboles pueblan las aceras el viajero encuentra un Madrid diferente, gris en el cielo y ocre y amarillo en las calles. Tras largos paseos por sus anchas avenidas repletas de tiendas de moda, luces y colores y por los callejones entrañables del casco viejo con sus viejas tabernas y cervecerías apetece un descanso. Comer bien y dormir mejor. ‘Gastronomia i Turisme’ sugiere los mejores establecimientos, a su criterio, para hacerlo, dentro de la inmensa oferta que ofrece la Capital.
EL CLUB ALLARD, LA MARAVILLOSA COCINA DE MARÍA MARTE
Un restaurante para disfrutar de una magnífica cocina, en un marco espléndido, un servicio impecable y una inmensa bodega. El primero que sorprende del restaurante El Club Allard es el edificio que lo alberga: una preciosidad limitando la Plaza de España. La decoración de la sala es de corte clásico y suma elegancia, con una capacidad para 64 comensales y varias salas. Al cuidado de la misma está el maître Benito Durán.